Así como las apuestas tomadas desde el punto de vista más amplio nacieron al mundo junto con la civilización o con el hombre, los bonos de apuestas vienen acompañando el desarrollo de la humanidad desde los soportes más precarios hasta los digitales o virtuales de nuestros tiempos.
En la actualidad es posible decir que existen tres tipos diferentes de bonos de apuestas, cada uno con sus particularidades:
Los bonos de apuestas gratuitos son los que utilizan las casas de apuestas principalmente para atraer público. En realidad la mayoría de las veces esta apuesta gratis no es tal en sentido cabal, ya que se suma a una previa y real que haya hecho el apostador.
apuestas reembolsables son los que se ingresan una vez que el apostador haya realizado su primer depósito de dinero; depósito cuyo tope es establecido por la casa de apuestas. Una vez aprobada la suma, el depositante podrá utilizarla para apostar como si fuera dinero.
Los bonos de apuestas reembolsadas son aquellos mediante los que se puede realizar una apuesta inicial (20€). En caso de no tener suerte y perder esta primera oportunidad se devuelve el monto, pero tampoco no se entrega premio si se acierta lo apostado.
Sea cual sea la modalidad elegida, los bonos de apuestas hoy en día ofrecen una inmensa gama de posibilidades gracias a Internet: existen los bonos de apuestas exclusivos de las distintas páginas web, bonos dependientes del monto ingresado para la primera apuesta, bonos por código, bonos sin depósito.
El mundo virtual parece haber nacido como el aliado perfecto para el mundo real de las apuestas. Los bonos de apuestas seguramente nunca en su larga historia hayan sido tan serviciales como los de la actualidad; por ejemplo, al permitir jugar desde casa en cualquier parte del mundo.