Es el año en que Dembélé lo debe demostrar todo
El extremo francés encara su tercera campaña con el Barcelona, club que gastó una millonada para traerle del fútbol alemán. El año pasado se dudó de sui permanencia, pero con altibajos sigue siendo fundamental en la institución culé.
Ousmane Dembélé, jugador del FC Barcelona
Dembélé sigue dando tela. Desde que llegó al Barcelona hace dos años, el joven galo ha despertado un morbo a la prensa española. No es para menos, su coste fue alto, una cifra que coqueteó los € 200M y que hasta ahora no ha podido recapitalizar ni en lo deportivo, ni en lo económico. La directiva del club siempre ha pensado que el chaval será fundamental para el equipo en la era post Messi, era que, por cierto, está próxima en venir.
Las lesiones, las indisciplinas y otras malas costumbres han empeñado el andar de un jugador del cual se ha esperado mucho y desde que está en el Barcelona, son pocas las veces que ha podido rendir lo esperado. Se ha dicho en infinitas oportunidades que se le vende. Lo más cerca de irse fue al Arsenal, pero todo quedó en rumores de mercado invernal.
La relación Ousmane Dembélé-Ernesto Valverde no ha sido buena. Desde el principio el míster ha preferido mantenerle al margen que seguir dándole oportunidades a un jugador, que no ha podido asimilar que está en uno de los mejores clubes del mundo y que su rendimiento debe ser cónsono con todos los beneficios que da pertenecer al FC Barcelona.
En el Barcelona, la situación es otra. La plantilla adolece de sus máximas figuras y el aporte del chaval debe ser fundamental hasta que Messi y Suárez estén al ciento por ciento. Esto Valverde lo sabe, lo que teme el entrenador es que el extremo francés lo asimile y que tenga la madurez necesaria para dar de sí mismo lo que tanto se ha esperado.
Dembélé tiene talento y eso todos lo sabemos. La duda radica es que si el campeón del mundo con Francia puede con la responsabilidad de liderar a un grupo que es tan joven como él y que además está en proceso de adaptación. El galo, de esa nueva camada, es el más “veterano” y por lo tanto debe dar el ejemplo, tanto en la cancha, como fuera de ella.
Valverde le dará voto de confianza, por lo menos, en las primeras fechas, hasta que el galo pueda demostrar que si puede con la responsabilidad. Lamentablemente para Ousmane el rendimiento colectivo de los azulgranas no ha sido el mejor y el equipo ha dejado más dudas que certezas. El parón por eliminatorias de la Euro 2020 está por terminar y el fin de semana que viene será otro examen para un jugador que ha tenido que sortear la presión desde que llegó, pues los medios lo vendieron con la estrella que iba a hacer olvidar a Neymar.
Por cierto el brasileño coqueteó con la posibilidad de volver al Barcelona, pero el club catalán ni el PSG lograron llegar a un acuerdo. La iniciativa culé por el astro brasileño era sin duda una señal inequívoca de que las opciones de seguir de Dembélé se acortaba y que prefería apostar por un jugador con dos años malos y luchando con las lesiones que por uno que promete.
Solo Dembélé tiene la potestad de quedarse o no. Todo depende como asuma todas las circunstancias que le rodea y que pueda rendir lo que se espera. Si con el Barcelona demuestra solo un ápice de lo que fue en el Dortmund, tendrá la tranquilidad de sentirse con la confianza necesaria para pensar que se atornillará en el Barça por unos cuantos años, por lo menos hasta que la directiva lo decida.
