Valverde tendrá que sortear muchos problemas
El técnico culé tendrá una temporada crucial. Con Messi más viejo y una plantilla en proceso de renovación tendrá que asumir un año complicado, donde solo los títulos le salvarán de la destitución.
Ernesto Valverde, técnico del FC Barcelona.
Ernesto Valverde tiene mucha tarea. El extremeño asumirá la tercera temporada como técnico culé con muchas interrogantes. El debut de LaLiga no fue el mejor y para colmo de males su goleador, Luis Suárez, se lesiona, con lo que tendrá que armar una alienación sin un nueve de casta a la espera de que Messi eche del carro y que Griezmann le acompañe para hilvanar victorias.
Por ahora el FC Barcelona tiene una plantilla que puede dar más. Hay talento y juventud para hacer la tarea. El problema es que la directiva, presidida por Bartomeu, no está apostando a un recambio sin títulos, quiere renovar caras, pero que siga el mismo gen ganador de los últimos 10 años. El jerarca blaugrana a dado pistas que no cree en La Masía y prefiere comprar talento por fuera, pero lamentablemente, dicha filosofía no le ha funcionado en su totalidad, teniendo más fiascos que aciertos.
A veces, a billetazo no se gana. Hay que buscar otras fórmulas, otras variantes para conseguir los títulos. En los últimos años el Barça apostó por el talento de casa, por lo menos en la era Guardiola así fue, pero ahora solo importa complacer peticiones de mercadeo, qué hacer un plantilla homogénea que tenga el ADN del club desde alevines.
Nada de eso. Lo importante aquí, por lo menos para la gestión de Bartomeu, es hacer un club a fuerza de nombres y no de reales necesidades. Por lo que está situación puede reventar en la cuerda más delgada que es Valverde, un técnico que ha podido aguantar dos temporadas irregulares y con eliminaciones humillantes en Champions.
De no llegar los resultados, Valverde será el gran culpable. Es cierto que la temporada apenas comienza y todo podría cambiar de la noche a la mañana, pero sin duda lo que se percibe desde la barrera son otras cosas y no son nada buenas por cierto. Los títulos tienen que llegar por obligación y aquí no se habla de ganar LaLiga o la Copa del Rey, aquí se habla de ganar la Liga de Campeones y el Mundial de Clubes, pues este Barcelona está fabricado para los gustos internacionales.
Ahora el extremeño deberá tener paciencia y hacer que estas estrellas puedan seguir haciendo el fútbol que predica, el estilo que le ha dado tanto como entrenador. Para ello es importante terminar de solidificar una buena sociedad con Messi, pues el crack culé es quien mueve los hilos del equipo.
El año pasado se prometió la Champions, y solo se llevaron el torneo doméstico. Ahora la afición no va a perdonar irse humillados de Europa y solo quieren ganar el torneo continental, pues ya no quieren ser la comidilla del Viejo Continente y demostrar que son una plantilla tan poderosa como lo lucen en el papel.
La tarea de Valverde no es fácil, pues el resto de clubes se han reforzado bien, a la espera de seguir opacando las actuaciones de los clubes españoles, que el año pasado no lograron con la supremacía impuesta por los equipos de la Premier League. Pronosticar que el extremeño termine la temporada es algo difícil ya que cada partido es una historia distinta y a lo mejor los blaugranas se terminen llevando el triplete.
Valverde solo tendrá que asumir que jugará cada partido como una final y si termina la semana ya será considerado como un premio para una gestión que desde hace rato está en el entredicho.
