El joven golfista reniega por unos días del número uno del mundo para convertirse en una pieza más del equipo europeo en la Ryder Cup.
En un deporte tan individualista como el golf, el torneo bienal de la Ryder que enfrenta a 12 estadounidenses con 12 europeos siempre es acogido con entusiasmo. Así lo ha hecho saber Rory McIlroy en sus últimas declaraciones, en las que asegura que «esta semana» dejará de ser el líder del ranking mundial para pasar a ser «una persona en un equipo».
Sin embargo, el norirlandés no puede evitar ser uno de los referentes necesarios de una Europa que busca revalidar el título conquistado en 2010. Si lo logra, la cuota es de 2,62, mientras que se pagará a 6,00 si McIlroy acaba como mejor jugador del Viejo Continente, y a 4,33 si al menos se posiciona como el mejor entre irlandeses y británicos.
El joven golfista ya participó en la pasada edición, pero entonces era una promesa y ahora ya está consagrado. De hecho, Paul Azinger, capitán americano en el triunfo de 2008, considera que su actuación inicial puede ser definitiva en el devenir del equipo dirigido por José María Olazábal, mientras que Jim Fuyik, campeón de la Ryder en dos ocasiones con Estados Unidos, lo ha etiquetado como el «Tiger Woods del momento».
Ahora el conjunto estadounidense está capitaneado por Davis Love III, quien ya ha disputado el torneo en seis ocasiones anteriores, dos de ellas (1993 y 1999) con victoria. Si esta vez su equipo se hace con el triunfo, la cuota es de 1,66.