Los grandes del fútbol español dejaron sensaciones distintas en sus estrenos en el inicio de la campaña 2018-2019 en la máxima competición del fútbol español. Lo único en común es que ambos perdieron a dos de sus estelares figuras.
Comenzó LaLiga. Desde agosto hasta mayo habrá tema diario en las peñas y mejor no pudo iniciar. Con la derrota del Barça ante el Athletic de Bilbao y la victoria del Madrid ante el Celta el fútbol español da mola y ahora solo se espera como irá a terminar todo esto, cuando los culés esperan por Neymar y los blancos todavía no dan el golpe a la mesa en el mercado de fichajes que cierra en 12 días más o menos.
La derrota del Barcelona, más la lesión de Luis Suárez ponen en manifiesto que el proyecto de Ernesto Valverde sigue sin cuajar, sin mostrar lo que se espera más aún cuando tienen un tridente de lujo, que al cabo de algunas horas podría convertirse en el mejor “póquer” del fútbol europeo, si es que se termina de fichar a Neymar, quien no quiere seguir en el PSG.
Los culés no lucieron. Les faltó algo, más allá que no contaron con Messi en la cancha, no hubo una propuesta concreta de fútbol y a parte que Griezmann no se sintió a gusto en el campo. Se le vio siempre esperando por sus compañeros y nunca acoplado a lo que le pedía el míster.
Eso no es el mayor problema dos semanas más o menos y el galo se sentirá feliz. Su irregular actuación podrá mejorar en cuestión de semanas. Ojalá que el tiempo de espera no sea largo algo así como el que esperaron por Coutinho, quien se fue cedido al Bayern por no rendir nunca.
Un Madrid para Benzema
Por otra parte está el Madrid. Un club que dejó mucho que desear en la pretemporada, pero cuando las cosas se ponen serias, saca su mejor versión. Los blancos aprobaron el test del debut. El Celta es un equipo con oficio que carburar lo que se espera de un club que viene de una temporada fatal, de esas que se borran en la memoria de la afición.
Los madridistas contaron con Benzema, quien a falta de Cristiano y de un nueve de calidad, está asumiendo lo que se le pedía y no es otra cosa que hacer goles. Desde la temporada pasada el ariete galo viene haciendo goles y asumiendo su rol de goleador.
Todavía a este Madrid le falta por mostrar, le falta terminar de confeccionar una plantilla que ha pasado por una mutación necesaria, pero que al final Zidane está apostando por los mismos jugadores que les brindaron grandes satisfacciones en el pasado.
El técnico galo tiene una visión de fútbol y eso hay que respetarlo, los tres puntos en Balaídos le dan un aval y un tiempo de espera que puede terminar pronto. Lo más lógico es que empiece a moldear al Madrid del futuro, ese que dependerán de Vinicius, Rodrygo y Kubo.
Siempre ganar en la primera jornada es crucial. Tener un buen arranque te da ese aluvión que puede terminar siendo un campeonato, pero seamos claros faltan 37 jornadas y este Madrid no pinta para ser una máquina que masacre a todos sus rivales semana a semana. Es un equipo muy terrenal que terminará perdiendo partidos claves durante toda la temporada.
Los dos grandes de España dejaron muchas cosas para analizar. Sus arranques más que dispares son puntos de reflexión para analizar mejor lo que está por venir, y ese porvenir no luce muy bueno ni para catalanes ni para madridistas.